El Caribe menos conocido
El archipiélago de Bocas del Toro se sitúa en el Noreste de Panamá, cerca de la frontera con Costa Rica.
Cuando nosotros lo visitamos, en el verano de 2.015, todavía era un rincón del Caribe sin masificar, con la posibilidad de encontrar playas solitarias y hacer escapadas sin toparse con demasiados turistas. Supuestamente, en esa época es la estación lluviosa, pero a nosotros no nos cayó ni una gota de agua.
Después de una estancia en Cahuita, viajamos en un transfer hasta la frontera y accedimos a Panamá a pie por un puente en el río Sixaola, que separa los dos países. En ferry llegamos a la Isla Colón, la mayor del archipiélago. Nos alojamos en una cabaña en Bastimentos, una isla menos poblada y más frondosa, que es en casi su totalidad un parque nacional.
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Nuestra cabaña en Bastimentos |
Como en cualquier lugar del mundo, pero especialmente aquí, se tienen que cumplir escrupulosamente las normas de urbanidad, a juzgar por el letrero de bienvenida que nos encontramos al desembarcar.
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Normas a respetar para la buena convivencia |
Isla Bastimentos y sus alrededores
Con un marinero de la isla contratamos las visitas por el archipiélago, la primera de ellas a los Cayos Zapatilla, dos atolones de arena blanca y agua cristalina, completamente despoblados, salvo en las horas de la llegada de los barcos con turistas.
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Paseando por Cayo Zapatilla |
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Playa en Cayo Zapatilla |
En el retorno a Bastimentos pasamos entre manglares y arrecifes de aguas cristalinas con estrellas de mar, que grabamos desde la lancha.
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Manglares sobre aguas cristalinas |
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Estrella de mar |
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Corales |
En el centro de Bastimentos se encuentra la Cueva de los Murciélagos, a la cual accedimos en lancha, navegando entre los manglares. Antes de llegar a la boca de la cueva, se hace un ameno recorrido por el bosque donde pudimos ver el árbol del cacao.
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Navegando entre manglares hacia la Cueva de los Murciélagos |
La cueva está totalmente a oscuras y por ella discurre un río, de tal manera que de vez en cuando hay que darse una zambullida para avanzar. Con la ayuda de linternas pudimos ver murciélagos y arañas. A la salida, el guía nos dijo que dentro habitaba un pequeño cocodrilo del que no nos habló antes de entrar para que no renunciáramos a la visita.
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Entrada de la Cueva de Los Murciélagos |
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Dentro de la cueva, la única luz era la de nuestras linternas |
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Gran araña en el techo de la cueva |
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Murciélagos en el techo de la cueva |
También en Bastimentos, pasamos una jornada completa en una playa totalmente solitaria situada junto a Playa Polo, a la que sólo se podía acceder en marea alta, ya que está rodeada de un arrecife de coral. Allí pudimos hacer snorkel, nadar, tomar el sol y recorrer la magnífica playa con su vegetación exuberante de palmeras hasta la misma orilla del mar.
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Desembarcando en playa Polo |
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Palmeras, arena fina y aguas cristalinas en Playa Polo |

Mientras tanto nuestro guía pescó nuestra comida, que cocinó a la parrilla y que acompañó con un arroz cocido en agua de coco.
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Preparando el arroz con agua de coco |
Las playas Wizard y Red Frog se encuentran en la misma isla, en su parte norte y, al no tener arrecife, están batidas por un fuerte oleaje. Para acceder a ellas se atraviesa un agradable sendero en el bosque donde se pueden ver aves, mariposas endémicas de centroamérica y las famosas ranitas que dan nombre a la segunda de esas playas.
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Eueides Isabella o Mariposa Tigre de Alas Largas |
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Anartia Fatima o Mriposa Pavo Real |
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La pequeña y venenosa Rana Roja |
Llegados a la costa, donde hay un resort, se puede dar un largo paseo por las dos solitarias playas, que ofrecen un aspecto de lugar salvaje y virgen.
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La Playa Red Frog |
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La Playa Wizard |
Las Playas de Isla Colón
La penúltima jornada de nuestra estancia en el archipiélago la íbamos a dedicar a la Isla Colón se encuentra la capital y a la que se accede fácilmente desde las otras islas por lanchas-taxi que hacen la travesía en pocos minutos.
Esta visita ya la hicimos por nuestra cuenta y de una a otra parte de la isla nos trasladamos en autobús o en los taxis que se ofrecen para hacer cortos trayectos en cualquiera de las playas.
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Lancha-taxi en el embarcadero de Bocas del Toro |
En la parte Oeste de la isla se encuentra Playa Estrella, quizás la más famosa del archipiélago, por sus aguas tranquilas, someras y transparentes, que permiten ver las estrellas de mar cercanas a la orilla. El día que estuvimos no eran excesivamente abundantes y, a pesar de los letreros indicando que estaba prohibido tocarlas, pocos de los visitantes se privaban de cogerlas y hacerse fotos con ellas. Debido a esto la población estaba disminuyendo drásticamente.
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Playa Estrella |
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Estrella de mar en las arenas finas de playa Estrella |
En la costa este está Playa Bluff , de arenas amarillas con más de tres kilómetros de longitud y batida por un fuerte oleaje lo que le da un aspecto bastante salvaje y poco recomendable para el baño.
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Playa Bluff |
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Esperando una gran ola en Playa Bluff |
Esta fue nuestra última excursión en Bocas del Toro. Al día siguiente, tomamos un vuelo en el diminuto aeropuerto de la isla con rumbo a San José de Costa Rica y desde allí regreso a España.
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Embarcando con Nature Air |
Información Práctica
Llegada a Costa Rica: vuelo Madrid-Miami-San José de AMERICAN AIRLINES
Transfer de San José a Puerto Viejo: Arenal Evergreen (4 personas, $200)
Transfer de Puerto Viejo a Bocas del Toro: Caribe Shuttles (4 personas, $134.40)
Hotel en Bastimentos: Free Spirit Inn (cabaña 4 personas, 5 noches, $668.75)
Salida de Bocas del Toro: vuelo de NATURE AIR a San José (billete por persona $ 176,70)
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