En el verano de 2.019 volveríamos al continente americano para hacer un recorrido por el sur de México, Belice y pasar brevemente a Guatemala, siguiendo vestigios de la cultura Maya. La mayor parte de nuestra estancia fue en Belice, donde también pasamos unos días en los cayos, para ver algo de su barrera de coral.
En las ruinas mayas de Tulum
Nuestro itinerario se inició en Cancún, donde llegamos en vuelo directo desde Madrid. Llegados al aeropuerto, nos estaban esperando para hacer un transfer a Tulum, donde llegamos al atardecer. Nuestro
alojamiento era un pequeño hotel en Playa Paraíso.
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Nuestro alojamiento en Playa Paraiso |
La Playa Paraiso, como todo el litoral de la Riviera Maya, estaba ese año invadido por el sargazo, un alga marina cuya descomposición ennegrece el color del agua, desprende un desagradable olor y atrae multitud de insectos.
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La Playa Paraiso con el sargazo arrastrado por las mareas |
Estábamos en la temporada en que las tortugas marinas se
acercaban a la playa para desovar. A lo largo de la playa se podían ver los
surcos dejados en la arena al arrastrarse y los agujeros que abrían para
enterrar los huevos. El propio personal de los hoteles ponía cuatro estacas
para señalizarlos, con una etiqueta con la fecha de la puesta para calcular la
fecha aproximada del nacimiento de las crías.
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Nido de huevos de tortuga junto a nuestro hotel |
Los
vigilantes nocturnos del hotel nos dijeron que podían avisarnos cuando una
tortuga se acercara a desovar, así que nos levantamos en dos ocasiones para
verlas, siempre manteniéndonos a distancia y sin utilizar las cámaras de fotos.
Nos
explicaron que las tortugas cada año aparecían con menos frecuencia y antes acostumbradas a adentrarse más tierra adentro, ahora no lo hacían por el ruido,
las edificaciones y las carreteras. Pudimos ver como una de ellas, después del
tremendo esfuerzo para arrastrarse en la arena, se dio media vuelta y volvió al
mar sin hacer la puesta. Esto era algo que también estaban comprobando que
ocurría cada vez con más frecuencia.
El Complejo Arqueológico de Tulum se encontraba cerca de nuestro hotel, ubicado sobre un acantilado que da al mar. Hacia el interior, tiene una muralla cuadrangular con puertas de acceso.
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Puerta Norte en la muralla perimetral |
La ciudad se llamaba
Zamá y fue edificada entre los siglos XIII y XV d.C. Dentro del recinto amurallado no existe ningún edificio piramidal, como en otras ciudades mayas.
El primer edificio al que se llega accediendo desde la puerta norte es la Casa del Noreste y, por detrás, el muro de la Gran Plataforma.
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Casa del Noreste (por delante) y Gran Plataforma (por detrás) |
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Fachada trasera de la Casa del Noreste |
Uno de los edificios más importantes y mejor conservados es la Casa del Halach Uinic, que era donde vivía el gobernador, primera autoridad de la ciudad. Junto a él hay otro edifico similar, también con columnas, que es El Palacio.
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Casa del Halach Uinic |
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El Palacio |
Un edificio más pequeño, pero de los más famosos de Tulum, es el Templo de los Frescos, que tiene dos plantas y conserva en su interior restos de pinturas murales.
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El Templo de los Frescos |
En la parte más alta de la ciudad y dando hacia el acantilado, se encuentra El Castillo o Templo del Dios Descendente. Se trata del edificio más importante de la fortaleza y tuvo también funciones de faro, además de lugar sagrado.
Los senderos que dan acceso a su parte frontal estaban cerrados el día de nuestra visita, de tal forma que sólo se podía ver parcialmente, por la abertura de una escalinata en el muro que lo rodea.
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Fachada frontal de El Castillo |

En su lateral izquierdo se encuentra el Templo del Dios Descendente, que conserva en su fachada la escultura en estuco de esta deidad.
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El Templo del Dios Descendente |
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El friso con la escultura estucada del Dios Descendente |
Rodeando
El Castillo, por la parte que da al mar, se tienen mejores vistas de este edificio.
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El Castillo visto desde el lado de la costa |
La Playa de Tulum que desde el acantilado donde se ubica El Castillo tiene una de sus fotografías más famosas, mostraba un aspecto muy poco fotogénico por culpa del sargazo.
Siguiendo el sendero al borde del acantilado, en dirección sur, se llega a un pequeño edificio que se conoce como "Templo 54", por detrás del cual está la muralla sur y una de sus puertas.
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El Templo 54 |
Continuando el recorrido por la parte alta de la ciudad, nos dirigimos hacia otro de los edificios emblemáticos del complejo arqueológico: El Templo del Dios del Viento.
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El Templo del Dios del Viento, sobre un acantilado tras la Playa de Tulum |
Este pequeño templo, situado sobre el acantilado, es de forma semicircular y se conserva completo. En su interior, que no se puede visitar, hay un altar.
Por todo el recorrido nos fuimos topando con iguanas que permanecían estáticas aunque la gente se acercara a ellas para tomar fotografías.
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Las iguanas, habituadas a la proximidad de las personas, no las rehuían |
Algunas veces estaban tan camufladas con el entorno, que resultaba muy difícil distinguirlas.
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Iguana camuflada en el muro de una edificación maya |
Descendiendo desde el
Templo del Dios del Viento en dirección norte, llegamos al último edificio de nuestra visita, la
Casa Cenote, que debió albegar uno de estos pozos naturales.
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La Casa Cenote |
En los Cenotes
Terminada nuestra visita a las ruinas de Tulum, íbamos a poner ese mismo día rumbo hacia Belice pero, a nuestro regreso antes de tomar el vuelo de vuelta, volveríamos a pasar otra jornada en Tulum, en la que aprovechamos para pasar unas horas en los Cenotes de Casa Tortuga, que se componen de varios cenotes comunicados entre sí.
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Tres Zapotes, uno de los cenotes de Casa Tortuga |
Los Cenotes son formaciones kársticas en las que el colapso del techo de las cuevas a dado lugar a lagunas de agua cristalina. Estuvieron muy ligados a la cultura maya, no sólo porque supusieron el aporte de agua dulce para sus ciudades, sino porque también fueron lugares sagrados y de ofrendas, de tal manera que algunos de ellos contienen restos arqueológicos de gran relevancia.
En los Cenotes de Casa Tortuga, como en muchos otros, estaba permitido el baño y parte del itinerario se hace por agua, pasando de un cenote a otros por conductos kársticos que, a veces, precisaban del buceo pues estaban completamente sumergidos.
El siguiente punto de nuestra ruta por los vestigios mayas será Lamanai, que describo en la siguiente entrada de este viaje.
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