martes, 21 de enero de 2025

Nueva Zelanda, parte 2. En Milford Sound

 


La principal atracción turística del Parque Fiorland es realizar la navegación por el fiordo de Milford Sound, que se encuentra al final de la carretera 95

Además de los que llegan en su vehículo, numerosos autobuses salen desde Queenstown o Te Anau específicamente para hacer este tour. 

La distancia en carretera entre Te Anau y Milford Sound es de 120 kilómetros y, normalmente, toma menos de dos horas hacerla. En temporada alta, se puede tardar hasta 3 horas debido a las retenciones, que se producen sobre todo en el tramo de túnel que admite tráfico en una sola dirección, por lo que tiene un semáforo que no cambia a verde con la rapidez de los de nuestras ciudades. Los desprendimientos de rocas por la lluvia también son causa frecuente de cortes de tráfico.

Navegando por el fiordo

Después de realizar el trayecto con bastante menos tráfico y empleando menos tiempo del que habíamos previsto, embarcamos para hacer el crucero con un tiempo espléndido: sol radiante, el cielo despejado y sin frío. Una suerte porque la lluvia y las nubes bajas son más que frecuentes aún en temporada estival.

Desde el embarcadero de Milford Sound


Iniciando la navegación en Milford Sound

El crucero dura algo menos de dos horas y se recorren unos 15 kilómetros hasta el mar abierto, que es el Mar de Tasmania. Se va por una margen del fiordo y se regresa por la otra. El ferry se acerca a la orilla y ralentiza su marcha en los puntos de interés: avistamiento de focas, pingüinos o cascadas en el desfiladero.

Navegando por el fiordo


La cumbre nevada del Monte Pembroke

Entre el personal de a bordo iba un chico francés que, al oírnos hablar en español se nos acercó. Entre su español y el francés, que se me da bastante mejor que el inglés, nos dijo que los pingüinos ya se habían marchado, que podríamos ver algún delfín y, con algo de más suerte, orcas. De todo esto, sólo vimos focas.

La foca es la fauna más abundante en el fiordo de Milford Sound



Por contra, las cascadas que vierten directas al mar las vimos, fotografiamos y grabamos en unas condiciones espléndidas.
 

Fue en el camino de retorno cuando pasamos junto a las cascadas más famosas: Stirling Falls.  A ellas el barco se acerca al máximo y hay que tener el impermeable puesto para no empaparse.


Stirling Falls
                                         

Continuando el retorno se pasa junto a la desembocadura del río Harrison, que también forma una cascada. Desde este punto, ya se entra en la parte final de recorrido, para desembarcar en pocos minutos.

Cascada del río Harrison

El crucero no es excesivamente largo y, por su precio, supongo que en condiciones de poca visibilidad debe resultar bastante decepcionante. No fue nuestro caso y nos fuimos muy satisfechos de haberlo hecho.

 Los senderos The Chasm, Marian Lake y Lake Gunn Natural Walk


En el camino de vuelta desde Milford Sound a Te Anau, nos quedaban aún algunos sitios que visitar que vienen recomendamos en la página oficial de los parques nacionales de Nueva Zelanda.

El primer tramo de la carretera 94 circula junto al caudaloso río Cleddau, del que hay buenas vistas desde las diversas zonas de aparcamiento habilitadas en los márgenes de la estrecha carretera.

El río Cleddau

Algo más adelante, se encuentra un pequeño sendero que recorre un tramo de cascadas en el mismo río Cleddau y que se denomina The Chasm, que se encontraba parcialmente cerrado por desprendimientos y sólo pudimos acercarnos a la primera cascada. Realmente, muy bonita.

The Chasm


Desviándonos de la carretera principal, fuimos  al inicio de otro de los senderos más populares del sector, el Marian Lake Track. Allí vimos que hacer el camino ida y vuelta tomaba 4 horas, con más de dos kilómetros y medio en subida y 400 metros de desnivel.
 
Decidimos empezar el camino y llegar hasta las Cascadas Marian, no lejos del inicio. El sendero discurre en todo su trayecto en la margen del torrente que drena el lago Marian, que es de origen glaciar.

El sendero se inicia pasando un puente colgante sobre el torrente y se adentra en un bosque lluvioso templado con abundancia de musgos y helechos entre las hayas.

El río Marian al inicio del sendero

Puente colgante sobre el río Marian



Hasta las cascadas Marian, que son en realidad un tramo de un centenar de metros con saltos en el torrente, el sendero cuenta con pasarelas en las partes más dificultosas pero, a partir de aquí, es a través de rocas de la morrena de antiguo glaciar, con raíces de los arboles.

Las Cascadas Marian

                


Como el ascenso se hacía penoso y había el riesgo de caídas por lo resbaloso de las rocas, después de 45 minutos de subida decidimos descender y emplear el tiempo sobrante en alguna parada más.

Después de perder algún tiempo ayudando a localizar a una señora desaparecida en el sendero, hicimos una última caminata en el Lake Gunn Natural Walk,que discurre entre hayas rojas, de hasta 40 metros de altura, y termina en la orilla del lago Gunn

Haya Roja


El sendero Lake Gunn Natural Walk



El lago Gunn, al final del sendero

Con esta última parada terminamos nuestro recorrido por el Parque Fiorland. Al día siguiente, tocaba deshacer el camino hasta Queenstown y poner rumbo al Parque Nacional Monte Cook.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nueva Zelanda, parte 2. En Milford Sound

  La principal atracción turística del Parque Fiorland es realizar la navegación por el fiordo de Milford Sound , que se encuentra al final...