miércoles, 19 de marzo de 2025

Fernando de Noronha - Brasil. Parte 4, navegación en catamarán, Capim Açu y playas del Mar de Fora


 Para visitar el extremo occidental de la isla, que forma parte del parque nacional, se puede hacer por mar, contratando algunas de las navegaciones que recorren el Mar de Dentro, o por tierra, recorriendo con un guía oficial el sendero de Capim Açu.

Navegando en catamarán por el Mar de Dentro

Para poder llegar al Ponta de Sapata, en el extremo occidental de la isla, hicimos una navegación en catamarán que, partiendo del Porto de Santo Antonio, recorre el Mar de Dentro de punta a punta.

La primera parte de la navegación se llega hasta los islotes del noreste que se avistan por tierra desde el Mirador do Francés. La lluvia persistente deslució esta parte del tour.

Retornando hacia el Porto de Santo Antonio, se pasa por la playas del litoral norte con una perspectiva diferente a la que tuvimos cuando las recorrimos por tierra.

El Morro do Pico visto dedsde el catamarán
 


En nuestra navegación fuimos acompañados por centenares de delfines giradores, que nadaban y saltaban por delante de la embarcación. Indudablemente, desde el agua se les ve mucho mejor que desde el Mirador dos Golfinhos.

Delfines giradores junto al catamarán



Al pasar por uno de los iconos paisajísticos de Noronha, el Morro do Dois Irmaos, el catamarán hace una breve parada para poder tomar fotografías desde la proa.


Morro dos Dois Irmaos desde la proa del catamarán

Finalmente, se llega al extremo occidental de la isla, la Ponta de Sapata, donde se juntan el Mar de Dentro y el Mar de Fora, y aquí la embarcación da media vuelta para iniciar el retorno.

Panorámica de la Ponta de Sapata desde el catamarán

La Ponta de Sapata

La parte central de la Ponta de Sapata ha sido horadada por la erosión marina dando lugar a la Caverna de Sapata, que comunica los dos mares de la isla.

La Caverna de Sapata


En el camino de vuelta, el catamarán para en la Bahia do Sancho donde, mientras la tripulación preparaba un almuerzo, practicamos el snorkel del que ya hablé en la Parte 3 dedicada a este viaje.

El Sendero de Capim Açu


Para recorrer el extremo occidental de la isla se precisa reservar previamente el permiso de acceso a la Trilha de Capim Açu y contratar un guía acreditado del parque nacional  como acompañante.

El sendero, con un recorrido en "U" de unos 7 kilómetros comienza en el punto de acceso al Sector Golfinho Sancho y termina en Praia do Leao.

Esta parte de la isla es la menos afectada por la presencia humana y la que mejor conserva el bosque primario. 

Panel informativo del recorrido al inicio del sendero

Al inicio del sendero hay un corto desvío hasta el Mirador VOR, con vistas de la Ponta de Sapata y los islotes de su entorno.

 
Panorámica desde el Mirador VOR

La primera parte del sendero transcurre por el interior de un bosque frondoso, con especies endémicas como la Gameleira o Ficus noronhae y la Burra Leiteira, cuyo látex es tóxico para la piel humana. Los ejemplares de esta especie cercanos al sendero tienen un letrero advirtiendo de su peligro.


Gameleira
  
Burra Leiteira, cuyo látex es tóxico

Un nuevo desvío en el sendero conduce, en primer lugar, hasta el Farol da Sapata, único faro de la isla y, después, a otros dos miradores sobre el acantilado.

El único faro en activo de la isla

Desde el primero, llamado Mirante do Farol, se tiene una magnífica vista del bosque primario de la isla, con el siempre presente Morro do Pico al fondo.

El bosque primario de Noronha desde el Mirante do Farol

Sin protección alguna, el mirador da directamente al precipicio del acantilado

Letreros situados al borde del sendero advierten de la peligrosidad de abandonarlos, por el ato riesgo de caer por el acantilado.


Tomando precauciones para asomarse al mirador

El segundo mirador, llamado Mirante da Sapata, es el que da vistas hacia la punta del mismo nombre.

Vista desde el Mirante da Sapata



De retorno al sendero principal, se continúa atravesando el bosque primario, con abundancia de ficus con lianas.

Ficus cyclophylla


Con el inicio del descenso hacia la parte sur de la isla, se va saliendo del bosque y se tienen las primeras vistas del litoral del Mar de Fora.

El litoral del Mar de Fora desde el sendero de Capim Açu

La Ponta do Capim Açu

El sendero de Capim Açu termina en la punta del mismo nombre, donde el mar ha erosionado una caverna que comunica las dos partes del cabo. En su interior hay una bonita gama de colores verdes, negros y rojos.

Entrando a la Caverna de Capim Açu

 

Junto a la caverna se encuentran unas pequeñas piscinas naturales que son un buen lugar para tomar un baño antes de emprender la dificultosa caminata de tres kilómetros por la costa hasta llegar a Praia do Leao.

Piscinas naturales de Capim Açu

Realmente, no existe un sendero como tal por la costa. Se trata de ir pasando por acantilados, bloques de roca y cantos pulidos y redondeados por el mar, evitando acercarse a los lugares donde el oleaje bate con fuerza. El punto final de la travesía, Praia do Leao, se vislumbra muy al final en el horizonte, como una pequeña mancha dorada.

Inicio del "sendero" hasta Praia do Leao, que se vislumbra al fondo

 Como el calzado que llevábamos, zapatillas de deporte, no es el más apropiado para este tipo de actividad, se requería poner los cinco sentidos en dónde se pisaba y mantener la vista en el suelo a expensas de no poder contemplar el paisaje.

Caminando por el acantilado basáltico
 

Después de un penoso avanzar durante más de dos kilómetros por las rocas basálticas, se vuelve a disfrutar de un rato de relax al llegar a las segundas piscinas naturales, más grandes que las anteriores.


 Las piscinas se forman con la marea baja, quedando el agua marina retenida en pozas naturales donde quedan también atrapados decenas de pequeños peces, como las llamativas Chopitas de San Paul, de color azul y amarillo y la Ophioblennius Trinitaria, con las aletas naranjas.


Formaciones de rocas sedimentarias, con estratos horizontales, protegen las piscinas de los embates del mar y forman, a su vez, pequeñas piscinas donde resulta bastante más peligroso bañarse.


Estratos horizontales de rocas calcáreas forman también pequeñas piscinas


Recuperados con el baño, toca emprender el último tramo de la caminata, con la vista de la playa cada vez más cerca. hay que recorrer una larga playa de cantos redondeados, donde es más fácil resbalar por no haber una superficie plana en la que apoyar el pie.


Praia do Leao

El extremo occidental de La Praia do Leao es el punto final del sendero, pero la gran mayoría de la gente accede a ella por su parte oriental, a la que se puede llegar en coche. Esta playa es de las más amplias del litoral sur de la isla y, al formar parte del parque nacional se precisa del ticket para acceder a ella.
 
Panorámica de Praia do Leao desde el mirador del punto de acceso

Praia do Leao tiene dos islotes que la resguardan en parte del mar abierto. El más grande de ellos, Ilha do Morro do Leao, es al que debe su nombre que viene de su semejanza con la silueta de un león marino.

La Ilha do Morro do Leao

El islote más pequeño y más cercano a la costa, Ilha do Morro da Viuva,  protege de las peligrosas corrientes del Mar de Fora y, frente a él, se sitúa el único lugar de la playa seguro para el baño.

La Ilha do Morro da Viuva

El arenal de esta playa es uno de los lugares preferidos por las tortugas marinas para el desove. En él se pueden ver decenas de estacas señalizando los nidos y, sobre la arena, pudimos ver las pistas dejadas por las tortugas al arrastrarse para la puesta.

Estacas señalizando nidos de tortugas

Cartel informativo de las estacas de señalización

Cráter de un nido de tortuga

Pista dejada en la arena por una tortuga marina

Praia de Sueste

Continuando el recorrido por el litoral sur de la isla, más hacia el este se encuentra la Praia do Sueste, protegida en una estrecha bahía. 


 Esta playa es de fácil acceso, ya que hasta ella llega la única carretera asfaltada de la isla. Formando parte del parque nacional, el acceso a ella precisa del pase de pago.

Al igual que las otras playas de Noronha, a su llegada hay un cartel advirtiendo de los peligros: presencia de tiburones y fuertes corrientes.


 En el caso concreto de Praia do Sueste, la advertencia pasó a ser prohibición de baño desde que en 2.022 se produjo un ataque de un tiburón tigre en la misma orilla.

En nuestro recorrido por la playa pudimos ver tiburones limón que se dejaban arrastrar en la arena por la olas. estos pequeños tiburones, junto con las tortugas, forman parte de la dieta del tiburón tigre y eso hace que se acerquen hasta la zona donde el baño podría pensarse que no es peligroso.

Tiburones limón en la orilla de Praia do Sueste
  


Y aquí termina nuestro recorrido por Fernando de Noronha. A pesar de sus pequeñas dimensiones y que estuvimos en ella cinco días, aún nos quedaron partes sin recorrer, como Praia Atalaia, que tiene piscinas naturales con coral vivo. El motivo es que los pocos pases para los senderos guiados dentro del parque estaban agotados para los días de nuestra estancia y sin ellos no es posible recorrerlos.

Pero estas restricciones, que a nosotros nos desfavorecieron, permiten mantener casi intacto un patrimonio natural que se está perdiendo por todo el planeta. Nos marchamos de Noronha sabiendo que habáimos estado en uno de esos lugares todavía preservados del turismo de masas.

 


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