Nueva Zelanda, parte 5. La Great Coast Road y final de etapa
Con la visita al glaciar Franz Josef íbamos a iniciar la parte final de nuestro itinerario en la Isla Sur de Nueva Zelanda, centrándonos en la llamada Great Coast Road y después pondríamos rumbo al aeropuerto de Christchurch, donde tomaríamos un vuelo hacia la Polinesia Francesa, con escala en Auckland.
El Glaciar Franz Joseff
La localidad de Franz Josef es el centro neurálgico para recorrer el Parque Nacional Westland, donde se encuentran los glaciares de la vertiente oeste de los Alpes Neozelandeses. Dispone de varios restaurantes, especialmente de cocina asiática, supermercados y tiendas de souvenirs. Había mucha animación de turismo mayoritariamente local.
Desde la carretera 6 se puede acceder a los dos principales glaciares del parque Westland: el glaciar Fox y el glaciar Franz Josef. Nosotros escogimos visitar el segundo de ellos. Amaneció un día de cielo absoltamente despejado, así que las vistas estaban garantizadas.
Por una estrecha carretera se llega hasta el parking y, a partir de aqui, el acercamiento es por senderos que llevan hasta miradores. Para llegar hasta el mismo glaciar Franz Josef se precisa de contratar excursiones en helicóptero, algo que nosotros descartamos. Al igual que en la vertiente oriental de los Alpes Neozelandeses, hay senderos para alpinistas que conducen a refugios en la zona del glaciar.
Debido al retroceso del glaciar durante el siglo pasado, desde los miradores cercanos al parking se tiene una vista lejana de su frente, con el valle del río Waiho por delante.
El glaciar Franz Josef retrocedió varios kilómetros entre los años 40 y 80 del siglo XX, para después iniciar un proceso de avance que se mantiene hasta la actualidad.
En el mirador del Sentinel Rock Walk hay letreros indicando que está prohibido adentrarse por el sendero que avanza por el cauce del río Waiho, por el peligro de crecidas imprevistas.
Valle del río Waiho con el glaciar Franz Josef al fondo desde el Sentinel Rok Walk
Otro de los senderos próximos al parking es el Douglas Walk, que pasa por la laguna Peters Pool.
la laguna Peters Pool
El final del sendero lleva hasta la Roberts Track Views Platform, que es el punto de máximo acercamiento al glaciar para los visitantes habituales.
El frente del glaciar Franz Josef
La lengua del glaciar Franz Josef
Para los que no contratan los vuelos en helicóptero, la visita al glaciar resulta un tanto decepcionante, dada la escasez de actividades a realizar en el entorno, de tal manera que empleamos mucho más de tres horas en esta excursión.
La garganta del río Hokitika
Continuando por la carretera 6, hicimos una breve parada en el lago Mapourika, buen sitio para hacer un picnic y que dispone de áreas de acampada.
El lago Mapourika con los Alpes Neozelandeses al fondo
Nos íbamos acercando a la localidad de Greymouth, inicio de la icónica Great Coast Road, que hace famosa la región de West Coast, pero antes nos íbamos a desviar para visitar otro de los parajes más bellos de la zona: Hokitika Gorge.
Para llegar a ella hay que atravesar una red cuadriculada de carreteras locales en la vega del río Kakatahi, entre granjas y fértiles tierras de cultivo.
Como todos los lugares que visitamos en Nueva Zelanda, en Hokitika Gorge había un amplio aparcamiento y un sendero bien señalizado. Tenía un recorrido circular que pasaba por dos puentes colgantes.
El río Hokitika, alimentado directamente por el deshielo de la cordillera alpina, baja con un agua de un intenso color azul celeste.
La garganta del río Hokitika
Uno de los puentes colgantes de Hokitika Gorge
Se estaba acercando el final de nuestra estancia en Nueva Zelanda y, mientras comíamos un bocadillo en la zona de picnic, una pareja de franceses nos dijo que el aeropuerto de Auckland, desde donde debíamos de partir dos días después, estaba cerrado por inundaciones. Al decirles que nuestro siguiente destino era La Polinesía, empezando por Tahití y continuando por Moorea, nos dijeron «¡no, no! ¡Tahití no!». Nos fuimos de la garganta con una doble preocupación.
Por la Great Coast Road
De vuelta a la carretera 6, llegamos a Greymouth la ciudad más importante de la región de West Coast, que supera los 15.000 habitantes y donde nos aprovisionamos para lo que nos quedaba en Nueva Zelanda.
Íbamos a hacer noche en Punakaiki, otro de los lugares más turísticos de la Great Coast Road. En el camino hizimos una breve parada en el Strongman Mine Memorial, que tiene un espectacular mirador de la playa.
El mar de Tasmania en la Great Coast Road
En Punakaiki nos alojamos en un lodge rodeado de una frondosa vegetación, donde se tenía la sensación de estar en medio de la selva.
Desde el balcón de nuestro alojamiento en Punakaiki
El día siguiente amaneció nuevamente nublado, lo cual quitaba bastante espectacularidad al paisaje. Cerca de nuestro lodge, tomamos el Truman Track, corto sendero que conduce a una de las calas entre acantilados de estratos horizontales que conforman la Punakaiki Beach.
Punakaiki Beach desde el Miardor del Truman Track
Restos del acantilado batidos por el mar
A la salida del sendero Truman Track nos topamos con uno de los pocos animales que vimos en nuestro viaje en Nueva Zelanda. Creíamos haber topado, por fín, con un kiwi. En realidad se trataba de un rascón weka, ave endémica de estas islas y menos esquiva que el kiwi, con el que tiene cierto parecido.
Rascón weka, ave endémica de Nueva Zelanda
En el extremo sur de la playa de Punakaiki se encuentran unos acantilados erosionados en estratos de roca caliza que conforman el lugar más espectacular de la costa oeste: los Pancake Rocks.
En la carretera 6 hay un amplio aparcamiento desde donde comienza un sendero circular que conduce hasta el acantilado y dispone de miradores desde donde observar las imponentes formaciones rocosas.
Los acantilados de Pancake Rocks
Los Pancakes: el nombre les viene del aspecto de tortitas o crepes apiladas
En el trayecto se pasa por varios arcos naturales, por los que penetra el mar levantando chorros de agua, de ahí su nombre de Blowholes.
Uno de los Blowhole en el sendero de Pancake Rocks
Una de las vistas más espectaculares de los pancakes
En algunas de las formaciones, con imaginación, pueden encontrarse parecidos con siluetas de personas y animales. Como éstas que tienen un panel para ayudar a reconocerlas.
El acantilado de las siluetas
¿qué es lo que ves?
Para la última noche de nuestra recorrido por la isla, habíamos reservado alojamiento en Arthur Pass, dentro del parque nacional del mismo nombre, donde pensábamos que podríamos hacer algún sendero de interés. Desde allí al aeropuerto de Christchurch teníamos unas dos horas de carretera para el día siguiente.
Para entonces, la compañía aérea ya nos había notificado que la situación en el aeropuerto de Auckland se había normalizado y nuestro vuelo no se iba a cancelar.
Terminado el recorrido por los pancakes, nos quedaba el dilema de si continuar por la Great Coast Road hacia el norte y hacer paradas en sus miradores o empezar a retroceder hasta Greymouth y tomar la carretera 73, que lleva al puerto de montaña de Arthur Pass. Nos decidimos por esta segunda opción.
Íbamos a dejar la costa y con ello, la posibilidad de ver pingüinos, algo que habíamos dado por casi seguro antes de empezar el viaje. A falta de una foto de un animal vivo, la tomamos de una de las múltiples señales de tráfico con las que topamos que advertían de su presencia.
La ascensión por el puerto no nos deparó nada de interés. Unaruta muy transitada en aquella época y acondicionada para conectar de manera rápida la capital de la isla con la turística zona costera, con pocos lugares donde parar.
Iniciamos el sendero de Deception Valley, que comienza en un largo puente peatonal, el Morrisons Footbridge, sobre el río Otira pero, después de caminar largo rato entre vegetación de la llanura de inundación del río, decidimos retornar.
Continuando la ruta hacia Arthur Pass, quedamos retenidos en la carretera por un accidente de tráfico y eso puso fin a nuestra jornada.
Al día siguiente, sólo hicimos coche hasta el aeropuerto de Christchurch, donde tomamos el vuelo a Auckland y de aquí a Papeete, donde iniciaríamos nuestra estancia en la Polinesia Francesa, que narraré en otra entrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario